En 2005, la revista Time publicó una lista con las 100 novelas en lengua inglesa más importantes desde 1923. Watchmen, un cómic publicado en los años 80, aparecía en esa lista.
Alan Moore, su creador, había propuesto algo diferente dentro del mundo del cómic. Una historia de superhéroes, que presentaba una lectura mucho más compleja y donde se mostraban de una manera profunda las miserias de la condición humana, y los conflictos que presenta en el héroe la idea del bien y la justicia.
Watchmen, se convirtió en una obra de culto a partir de la cual han bebido multitud de obras posteriores. Las obras de comic de Frank Miller – Sin City, 300 – o el más reciente Caballero Oscuro son buenos ejemplos .
Zack Snyder, que se ha ganado cierto prestigio como director con sus dos adaptaciones anteriores - El Amanecer de los Muertos y 300 -, consigue llevar a la pantalla un proyecto que se inició hace 20 años, y por el que pasaron directores como Terry Guilliam – Doce Monos, Brazil - o Darren Aranofsky – Pi, El Luchador - .
Ahora con un presupuesto enorme, se ha buscado recrear al detalle las viñetas del cómic de Alan Moore, calcando desde los escenarios hasta el mínimo detalle del vestuario.
Watchmen narra las vidas de un grupo de “héroes difrazados”, durante la crisis de los misiles nucleares entre americanos y soviéticos, que parece conducir hacia la III Guerra Mundial. En este momento, uno de los “vigilantes” es asesinado, lo que desencadena la reacción del resto de enmascarados.
Aquellos que busquen en Watchmen un largometraje de acción desenfrenada, para pasar un buen rato de entretenimiento de cine y palomitas, se llevarán una gran decepción.
Pues las casi tres horas que dura la cinta, son una meticulosa adaptación de las viñetas de Alan Moore, donde se ha logrado trasladar hasta el ritmo original.
No obstante, la impresionante factura visual, la fuerza de la historia y la solidez de sus personajes, hará que el tiempo convierta esta película en un referente y un clásico.
