Mis Amores de Cine

Hace nada he empezado a ver un par de series nuevas: Criando Malvas y Plutón BRB Nero y me he vuelto a enamorar de dos mujeres, de las protagonistas de ambas series.

La primera se llama Anna Friel, y hace el papel de una muerta a la que resucitan. Tiene ese aire a Shirley MacLaine que te enamora a la primera.

La segunda actriz llamada Carolina Bang, me dejó descolocado. Interpreta a una cyborg en una nave espacial.
Un pelo rubio precioso, una tez blanquecina, unos ojos que te hipnotizan y un cuerpazo espectacular.
Si tuviera una lista rollo 40 principales de mis mujeres favoritas del cine, esta sería como "la entrada más fuerte de la semana". Pero, cuáles más hay mas en mi lista? Cuántas más me enamoraron?

No soy del club de fans de Scarlett Johanson, Julia Roberts, Penélope Cruz o Elsa Pataky. Pero hay otras actrices que me han tocado profundamente.
Y para acordarme de ellas sólo tengo que recordar las películas donde las descubrí.

Greta Garbo.
Lo primero que me viene a la cabeza, es León, ese seductor de París, sentado en esa mesa de bar, intentando hacer reír y conquistar a Ninotchka. Quien pudiera haber sido el actor Melvin Douglas.

Shirley MacLaine.
El pobre soltero C.C. Baxter prestaba su Apartamento a sus jefes, hasta que descubrió que uno de ellos llevaba allí a la preciosa ascensorista, la señorita Kubelik.

Debra Winger.
Y ese Richard Gere, con ese traje de marinero gay, todo para poder cojer en brazos a Paula, sacarla de esa fábrica y montarla en su moto. Yo mañana me hacía marine.

Madeleine Stowe.
No miento si digo que me metería en la piel del hijo del último de los mohicanos, para poder proteger de los hurones, a la hermosa Cora.

Julianne Moore.
Qué de bueno tiene ser el Nota, si no fuera por su encuentro con la fabulosa Maude Lebowski.

Natascha McElhone.
Es normal sufrir si eres el prota de el Show de Truman y no sábes qué es del amor de tu vida. Y peor si eres Hank Moody en Californication y no tienes a tu lado a Karen.

Y son unas cuantas más. Las que me vienen ahora a la cabeza: Michelle Monagan (Kiss Kiss Bang Bang), Salma Hayek (Abierto Hasta el Amanecer), Jenniffer Connelly (Dentro del Laberinto), Kim Basinger (Cita a Ciegas), o Sigourney Weaver (Alien).

Mujeres todas con mayúsculas, que nunca olvidaré y que me enamoraron a través de la gran pantalla del cine.

Los Chicos Malos de Madison Avenue.

En este blog de cine, caben sin duda las series de televisión, que en muchos casos parecen ser más cine que el que se proyecta en muchas salas.
Empezando por el guión, y pasando por su calidad de producción, tienen el añadido de recuperar o dar la oportunidad a actores olvidados o ignorados por el cine y el público en general.

Mad Men es la serie que me ha tenido pillado recientemente. Una serie que relata las vidas de unos publicistas neoyorquinos, de los años 60. En aquellos tiempos, las mejores agencias de publicidad se ubicaban en la Avenida Madison de Nueva York, donde los propios publicistas se autodenominaban así: mad men.

Traduciendo al castellano el apodo, estos "hombres malos", lo eran no sólo por los efectos de sus campañas de publicidad -embaucaban a los consumidores con sus trucos- sino más bien -según sugiere la serie- por su mal comportamiento. Pero cómo no ser un mal chico, en una sociedad de lo más clasista, racista y machista.

Hay en Mad Men, una ambientación que evoca al universo de la genial película de Billy Wilder, El Apartamento. La diferencia es que aquí, el protagonista, es un brillante ejecutivo-creativo, que además de mujeriego, es un fumador y un bebedor empedernido. Aunque en el fondo, acabamos por sentir la misma compasión que sentimos por el personaje que bordó Jack Lemmon en la película de Wilder.

Para el que escribe estas líneas, ha sido un placer degustar la primera temporada de esta serie, como el que goza de saborear un buen whisky de malta.