Infiltrados

Yo recuerdo cuando los Oscars de Hollywood, se los llevaban películas enormes, que contaban historias muy grandes. Pero últimamente, el Oscar a la mejor película ya no significa lo que antes. Entre otras cosas, porque el cine de hoy no tiene nada que ver con el de antaño. Me niego a poner a la misma altura, películas como Ben-Hur y Gladiator .O a comparar la más reciente La Lista de Schindler, con Million Dollar Baby. Es que no hay color. El cine de hoy en día no es tan grande.

Así, con esa idea, me ví la última película ganadora del Oscar, y he de reconocer que tengo que reenfocar mi visión del cine actual. Porque Infiltrados es una gran película, que define muy bien cuál es el gran cine de nuestros días. En este cine, la historia viene acompañada de grandes cargas de tensión, que hacen que el espectador se mantega metido en la película, sin necesidad de usar fuegos de artificio. Ahí está el secreto, y no en usar los efectos digitales y el marketing, hasta extremos nunca vistos. Y que me perdonen todos los fans de Piratas del Caribe y producciones similares.

Infiltrados, trata sobre la difícil misión de dos hombres, infiltrados en la policía y la mafia de Boston, respectivamente. Desde ambos bandos se jugarán el pellejo, primero para pasar la valiosa información a sus verdaderos jefes y en segundo lugar para no llegar a ser descubiertos. Sin darse cuenta, sus destinos empezarán a cruzarse hasta el punto de desear a la misma mujer.

Martin Scorsese vuelve de nuevo a tratar el tema de la mafia, desde otro punto de vista diferente a los anteriores. Esta vez por fin se llevó el Oscar. Tal vez la Academia de Hollywood pensó que ya se lo merecía, sin pensar realmente si esta es de verdad, la mejor película de 2006.